¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego
del todo a Ti y en prueba de mi afecto, con amor
filial te consagro en este día todo lo que soy,
todo lo que tengo. Guarda y protege, y también
defiende a este hijo tuyo, que así sea. Amén.
¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del
todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro
en este día mis ojos, mis oídos,mi lengua y mi
corazón, en una palabra,todo mi ser, ya que soy
todo tuyo, ¡Oh Madre de bondad!, guárdame
y protégeme como hijo tuyo. Amén.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo
bendita eres entre todas la mujeres
y bendito el fruto de tu vientre Jesús
Santa María, madre de Dios
ruega por nosotros los pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor;
que fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos;
subió a los cielos y está
sentado a la derecha de Dios Padre
desde allí ha de venir a juzgar a los vivos
y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo;
la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los Santos;
el perdón de los pecados;
la resurrección de los muertos;
y la vida eterna. Amén.
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén!
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el combate,
Sé nuestro amparo
contra las maldad y acechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes.
Y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que vagan por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén.
Padre nuestro, que está en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
y perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden. No nos dejes caer
en la tentación y líbranos del mal.
Amén.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra
Dios te salve. A tí; llamamos los desterrados
hijos de Eva; a tí; suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lárimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre
¡Oh clementíima! ¡oh piadosa!
¡oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Seńor Jesucristo.
Amén.
Yo confieso ante Dios Todopoderoso,
y ante ustedes hermanos
que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a ustedes hermanos,
que intercedan por mí
ante Dios, Nuestro Señor.
Amén.
Oh, Nuestra Señora de Lourdes, gloriosa y
por siempre Inmaculada Concepción, Virgen
Santísima que cuidas nuestros cuerpos y
almas, y eres salud de los enfermos y
consuelo de los afligidos, postrado
humildemente a tus pies yo te imploro
uses tu enorme generosidad y me auxilies.
Oh María, santísimamadre de Jesús y
bendita madre nuestra llenae infortunios,
nuestros problemas y nuestros
sufrimientos, dígnate a recibirnos en tu
amoroso corazón y extiende sobre nosotros
tus milagrosas manos.
Virgen amabilísima y de gran
comprensión, pide a tu divino hijo Jesús
me conceda a través tuyo la sanación
total de mi enfermedad, alivia mis dolores
y padecimientos, dame tu favor, haz que se
cumplan mis anhelos y pueda salir pronto
de mi afección.
Oh Virgen hermosa de
Lourdes, Madre de Cristo, Tú que desde
la Gruta nos envías tu amor y tantos
extraordinarios milagros concedes, te
ruego no te olvides de mí, haz que mi
cuerpo sane cuanto antes, dame paciencia
y fortaleza, dame esperanza y fe, para
que pueda salir victorioso de esta
enfermedad; pide a tu hijo, mi Señor y
Salvador, me conceda sanación y restaure
mi salud perdida.
Y te lo pido como madre
intercesora por medio de tu hijo Jesús
para la gloria del Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. Amén